¡Hola chic@s!
La flora bacteriana vaginal, también conocida como microbiota vaginal, es un conjunto de bacterias beneficiosas para nuestro organismo que habitan en ésta zona del cuerpo.
Estas bacterias se encargan de evitar que proliferen en ella o la colonicen algunos microorganismos patológicos que puedan causar infecciones y problemas vaginales.
La flora vaginal está integrada por 15 especies distintas de bacterias, aunque las más frecuentes e importantes son los Lactobacillus.
¿Qué altera la flora vaginal?
Hay diversos factores que pueden alterar la flora vaginal, y estos pueden ser tanto internos como externos. A continuación nombramos los más comunes:
·La edad. Con el paso de los años se incrementa la posibilidad de que la flora vaginal se deteriore. La menopausia es uno de los mayores factores de riesgo.
·El ciclo menstrual. La fase del ciclo menstrual en el que se encuentre la mujer puede alterar la flora vaginal. Por ejemplo, durante la menstruación la concentración de bacterias en ésta zona disminuye, lo cual hace que las infecciones sean mucho más frecuentes durante esos días.
·La actividad sexual.
·El uso de métodos anticonceptivos.
·La higiene. La falta de higiene o utilizar productos inadecuados puede ser agresivo para la flora vaginal.
Lo mismo ocurre con los tampones, los cuales no deben utilizarse nunca durante una infección.
Cuando se altera el equilibrio de la flora vaginal, los microorganismos patógenos pueden destruir las bacterias beneficiosas. Si esto sucede, se pueden manifestar las siguientes dolencias:
-Vulvovaginitis o vaginitis: Cerca del 75% de las mujeres han experimentado a lo largo de su vida este problema.
Consiste en la inflamación de la mucosa vaginal y la piel vulvar, aunque no siempre se ven afectadas estas áreas. Sus síntomas son eritema, edema inflamatorio de la piel, escozor o dolor.
-Vaginosis bacteriana: Se trata de una infección causada por la excesiva cantidad de algunas bacterias que alteran el equilibrio normal de la flora vaginal.
Uno de sus principales síntomas es el flujo vaginal anormal con un desagradable olor que puede ser blanquecino o grisáceo y un poco espeso.
En estos casos, se recomienda tomar probióticos.
Los probióticos son complementos alimenticios a base de microorganismos vivos que ayudan a mejorar, restaurar y mantener la flora vaginal.
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