viernes, 27 de julio de 2018

¿Cómo cuidar los pies en verano?



¡Hola chic@s!

El verano está lleno de elementos que pueden empeorar el estado de nuestros pies como las altas temperaturas, la sequedad, el contacto con el agua o el tipo de calzado.

Estos elementos pueden provocar problemas en los pies como hongos, fascitis plantar, ampollas, sobrecargas, uñas encarnadas, grietas, durezas, etc.

Por eso es importante seguir una serie de consejos para cuidar los pies en verano:

- HIDRATACIÓN: Cuando el pie se somete a temperaturas altas tiene más riesgo de resecarse. Además, en verano los pies no suelen estar cubiertos por el calzado, lo que deshidrata la piel. Esto puede provocar durezas en los talones y en otras zonas de apoyo, que, si no se tratan bien, pueden infectarse.

Para hidratar bien los pies en verano hay que aplicar diariamente una crema hidratante o, si ya hay grietas, una emoliente a base de urea. Al extender la crema hay que tener cuidado de que no quede acumulada sin absorber entre los dedos de los pies, pues la excesiva humedad podría provocar la aparición de hongos.

- CORTE DE UÑAS: Durante todo el año, las uñas de los pies deben ser cortadas de forma recta (y no redondeada), ya que al crecer pueden encarnarse a los lados. Esto es especialmente importante durante el verano, ya que los pies se hinchan por el calor, pudiendo favorecer que la uña se encarne, con el consiguiente peligro de infección.

- CALZADO: Abusar de las chanclas y las sandalias en verano puede perjudicar la salud de los pies con la aparición de hongos, rozaduras o durezas, y provocar lesiones de tipo inflamatorio como la fascitis plantar o los esguinces. La piel del pie sufre cuando está sometida de forma constante al roce de las tiras de las sandalias o de las chanclas, lo que ocasiona ampollas y/o rozaduras. Además, hay riesgo de fascitis plantar debido a que las chanclas y las sandalias obligan al músculo plantar a permanecer muy estirado. En general, las sandalias y las chancas no sujetan bien el pie, por lo que la marcha puede volverse más inestable, lo que aumenta el riesgo de esguinces.

El zapato adecuado en verano es aquel que incorpore una sujeción del pie lo más cercana a la articulación del tobillo, que sujete también el talón y que tenga arco interno

¡Con estas prácticos consejos podrás disfrutar de unos pies saludables este verano!

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